jueves, 16 de enero de 2014

TEMA 2. La mente creativa


Introducción:


Podríamos definir mente creativa como aquella cuya capacidad para resolver problemas o aportar ideas es rápida y eficaz, es decir, se muestra con fluidez ante éste tipo de cosas, aportando así soluciones que se considerarían como nuevas y en cierta medida que encajen con el grupo para poder ser así aceptados. La mente creativa va más allá de la síntesis para plantear problemas o soluciones nuevas u originales.
Cierto es que hay personas con más capacidad o facilidad para el pensamiento creativo, sin embargo, esto no es hereditario, sino fruto de potenciar ésta forma de pensamiento desde muy temprana edad, es decir, requiere de un entrenamiento por así decirlo. Hay que ejercitar la mente creativa para que éste termine desarrollándose con la mayor naturalidad posible.

 2.1. Pensamiento convergente y divergente:


En un principio, el estudio de la inteligencia se había limitado únicamente al análisis del pensamiento convergente. Así mismo, fue Guildford el que comenzó a plantearse la posibilidad de otro tipo de pensamiento aparte a éste.

En el año 1951 se clasificó de la mano de Guildford el pensamiento productivo en dos clases diferentes. Por un lado estaría el pensamiento convergente o lógico, caracterizado éste por buscar una respuesta concreta o convencional, encontrando una solución de carácter único a los problemas que por norma suelen ser conocidos.

En el otro lado estaría el pensamiento divergente, caracterizado éste por moverse en varias direcciones en busca de la mejor solución para resolver los conflictos que se le presenten, viendo éstos como si fueran nuevos.

Sin embargo, fue Edward de Bono quién calificó el término pensamiento lateral, como contraposición al término pensamiento vertical (lógico), en su obra El uso del pensamiento lateral en 1956.

La información no es usada como fin, sino como un medio para provocar una reforma en los patrones establecidos por el pensamiento convergente, dando así lugar a nuevas ideas o formas de organización en lo que sería el pensamiento divergente.

Dicho de un modo más sencillo, la persona con un comportamiento o pensamiento convergente o lógico, se ceñiría a abordar los problemas de una forma lógica y convencional, en cambio una persona con pensamiento divergente se basaría en buscar soluciones innovadoras, dejando de lado la solución lógica y convencional. Esto daría como resultado que las personas con éste tipo de pensamiento serían mucho más creativas que las otras, pues hacen mayor uso de la imaginación.
  

2.2 Imaginación:


Se trata de uno de los sectores más influyentes en la mente creativa. La imaginación se define como uno de los procesos cognitivos en el que el sujeto genera representaciones propias en las que no influyen los estímulos ambientales. Es decir: el individuo puede manipular una información concreta en su mente manteniéndose al margen de  los  estímulos  externos  que  en  ese  momento  se  están  produciendo  en  su  entorno. Puede clasificarse en activa o pasiva:
  •  Activa: crea imágenes nuevas y originales. Recrea sucesos u objetos no relacionados con la realidad pasada y presente.
  • Pasiva: se refiere al momento en el que el sujeto sincroniza la mente con imágenes anteriormente percibidas por los sentidos.

En otras palabras, la mente es capaz de trabajar con todas sus áreas sensoriales, no sólo  la de  la visión,  también podemos crear representaciones mentales partiendo de olores o sonidos. En ella, la memoria juega un papel fundamental: gracias a la misma, la mente puede recuperar  la  información  que  recogió  cuando  percibió  tal  o  cual  elemento, pues al poseer conocimiento previos de la realidad tenemos la capacidad de hacer uso de la imaginación llegando así a crear cosas que no existen en nuestro recuerdo, sin necesidad de que se encuentren presentes en el momento del acto imaginativo para que el individuo pueda crearlas.

El fin de la imaginación vendría a ser el de tomar elementos que fueron percibidos y experimentados con anterioridad y transformarlos en nuevos estímulos y realidades.

2.3. Azar, caos, aleatoriedad, necesidad e impredicibilidad:


Diferentes intervenciones en un proceso creativo:
  •  Azar: casualidad, no se rige por un patrón concreto, tienen carácter aleatorio, es decir, no sigue un orden o planteamiento, pues su modo de actuación se caracteriza por no mostrar una causa, orden o finalidad determinada.
  • Caos: hace referencia a una carencia de orden, por lo cual todo aquello que se muestra lo apreciamos como imprevisible o desordenado.
  • Aleatoriedad: hace referencia al azar, pues hace referencia al hecho de que los resultados no son previsibles, pues dependen del azar, no se pueden predecir a ciencia cierta.
  •  Impredicibilidad: se encuentra en profunda relación con el anterior, pues se puede estimar cuál es el resultado de los fenómenos acontecidos. Por lo general, un sistema aleatorio es imprevisible, pero en algunos casos hay resultados que pueden ser estimados con el uso de la estadística.
  •  Necesidad: se relaciona con el principio de causa. Unifica todos os conceptos anteriores. El grado de incertidumbre que se genera en éstos métodos aleatorios establece la necesidad a la persona de dar cierta coherencia al caos para poder predecir un posible efecto siguiendo esta dualidad de causa-efecto.

Fuentes consultadas:


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