Entendemos
creatividad como todo aquel concepto o idea que se considera como original y
“diferente”, innovador o rompedor con respecto a nuestros esquemas sociales.
Aquello
que destaca dentro de lo común, ¿podría ser considerado como creativo?. Bajo mi
punto de vista, el concepto creatividad en sí, está un tanto sobrevalorado,
considero que hoy día está casi todo, por no atreverme a decir “todo”
inventado, la única diferencia es que a esas ideas o conceptos que ya asociamos
a algo concreto, a una función determinada, les hemos dado la vuelta y se les
ha atribuido un matiz diferente, ahí está lo que sería el proceso creativo de
algo, pero, si lo desglosamos, comprobaremos que solo se trata en muchas
ocasiones, de algo común que a través de nuestros referentes, percepciones e
incluso hábitos o costumbres, hemos conseguido tergiversar para que adopten
unos nuevos.
Sí
es cierto, que para poder llegar a elaborar un nuevo proceso creativo ante algo
desconocido, o ante algo a lo que pretendamos darle un significado o función
distinto, se debe pasar por una serie de fases, en las que se irá comprobando
poco a poco por dónde debemos encaminarnos hasta llegar a un buen resultado, es
obvio que no todo serán resultados agradables y positivos, pero en eso mismo
consiste la creatividad, en experimentar cosas nuevas.
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